Un enfoque planificado y por fases para la migración puede ayudar a las empresas a mantener las aplicaciones críticas en el buen camino hacia la nube minimizando las interrupciones.
Cada vez más empresas están llevando sus cargas de trabajo a la nube. Sin embargo, el miedo a posibles interrupciones en el negocio durante estas migraciones dificulta muchos de estos proyectos.
Una tercera parte de los responsables de la toma de decisiones de TI están preocupados por la interrupción que se pueda producir de las aplicaciones críticas durante la migración, según una encuesta de Next Pathway a 1.000 responsables de toma de decisiones de empresas a partir de mil empleados.
Y es que las organizaciones buscan reducir el tiempo de transición a la hora de llevar sus aplicaciones a la nube pero sin dejar de hacer su trabajo diario. Ahora, surge un enfoque más centrado en el que se tiene en cuenta las posibles brechas de las migraciones rápidas, con un enfoque en la protección de las aplicaciones comerciales críticas.
Al trasladar las cargas de trabajo a la nube, las empresas que planean mover aplicaciones críticas deben garantizar una interrupción mínima. Pueden hacer esto combinando múltiples estrategias para crear un cambio sin interrupciones de la tecnología anterior.
LA GESTIÓN DEL CAMBIO ES FUNDAMENTAL Y PARALELO A LA MIGRACIÓN TÉCNICA
Estas cinco estrategias pueden ayudar a trasladar cargas de trabajo clave a la nube de manera que minimice las interrupciones.
Para mantener las aplicaciones críticas a través del cambio a la nube, los líderes de TI deben ponerse el sombrero de la gestión del cambio, teniendo en cuenta el impacto que el cambio tendrá en los usuarios.
El componente de gestión del cambio es fundamental, algo que se hace paralelamente a la migración técnica.
La ejecución exitosa de la migración a la nube depende de tomar medidas con mucho cuidado, en el orden correcto, hacia una infraestructura más moderna. No cumplir con el plan puede causar estragos por lo que es necesario comprender cómo se utilizan los datos en la organización, qué almacenes de datos mover primero y en qué secuencia, mientras se tienen en cuenta las interdependencias de datos.
Con un plan establecido, las herramientas de automatización pueden ayudar a las empresas a migrar de manera más fluida.
Es inevitable que la migración de aplicaciones a la nube pueda implicar potencialmente una interrupción. Por lo tanto, las organizaciones deben ajustar las expectativas desde el primer día.
Al preparar a la organización para adaptarse, un enfoque gradual de la migración puede ayudar a aliviar la fricción. Algo tan simple como el correo electrónico puede ser eficaz para comunicar lo que está sucediendo y por qué.
LOS LÍDERES DEBEN INVOLUCRAR A LOS USUARIOS EN LA DEFINICIÓN DE ESTRATEGIAS Y CASOS DE USO
El desarrollo de una estrategia de pruebas puede servir como una línea de acción temprana para garantizar que las aplicaciones críticas resisten la migración. Mientras se diseña cómo realizar pruebas, los líderes deben involucrar a los usuarios en la definición de estrategias y casos de uso que se convertirán en parte de ese modelo de prueba.
Los cambios graduales hacia la nube ayudan a detectar los primeros puntos de fricción en una estrategia de migración, al tiempo que transmiten a la base de usuarios qué beneficios pueden esperar más allá de las aplicaciones locales.
Realizar una prueba piloto, o fase cero, como parte de esa migración, permite tomar parte de una aplicación y llevarla a la nube, junto con los datos y el código asociados, y proporciona información y ayuda a la hora de involucrar a los futuros usuarios.
Fuente: Muycanal