El uso de la inteligencia artificial en entornos empresariales se está revelando como una de las principales aportaciones de la digitalización para las organizaciones, con resultados tanto a nivel de ventajas competitivas como en beneficios económicos. Pero la inteligencia artificial es el paraguas bajo el que se integran distintas técnicas y herramientas, con aplicaciones y funcionalidades diferentes.
Una perspectiva sobre cuáles pueden ser más interesantes la da la encuesta State of AI in the Enterprise de Deloitte. Este informe, realizado a través de las entrevistas y cuestionarios a más de 1.100 responsables de TI y de negocios de Estados Unidos, recoge cuáles son las que están más integradas en las organizaciones encuestadas. Se trata de cuatro tecnologías cognitivas: machine learning, deep learning, procesamiento del lenguaje natural y visión computerizada. El aprendizaje automático se basa en la capacidad de los modelos estadísticos para desarrollarse y mejorar rendimiento sin la necesidad de seguir instrucciones programadas. El deep learning sigue esta línea, pero introduciendo redes neuronales con capas múltiples de variables abstractas.
El procesamiento del lenguaje natural se emplea en interfaces de voz, asistentes virtuales y chatbots, gracias a que extrae o genera significado a través de texto. Este mismo mecanismo, pero en elementos visuales, es el que sigue la visión computerizada, que tiene un claro exponente en la tecnología de reconocimiento facial.
Para integrar estas herramientas en las empresas se pueden seguir distintas vías. La más frecuente, según el estudio de Deloitte, es a través de software empresarial, por ejemplo mediante CRM o ERP. Se trata, habitualmente, de programas centrados en temas relacionados con el propio trabajo o con recursos humanos, aunque en los últimos tiempos también se están abriendo nuevas vías, a medida que más plataformas y proveedores de servicios integran tecnologías de inteligencia artificial en los productos de su catálogo. Aquí, los servicios en la nube se están posicionando como un elemento a tener en cuenta, gracias a propuestas mejoradas mediante tecnologías cognitivas.
Otra forma de incorporar herramientas IA a la TI de la empresa es a través del desarrollo propio realizado en cooperación con otros socios. Esto tiene la ventaja de permitir personalizar las soluciones a las necesidades, pero contando con el respaldo y la guía de especialistas en el tema. Entre otras vías, también se puede trabajar con comunidades como GitHub o propuestas open source, que agilizan el trabajo y minimizan el impacto en los recursos propios. El trabajo con inteligencia artificial puede parecer un elemento solo al alcance de las compañías más avanzadas, pero a veces se trata solo de buscar entre toda la oferta aquella que se ajuste a las posibilidades de la empresa.
Fuente: CIO