Bien sea en una tienda física o para comprar en línea, muchas empresas han empezado a implementar métodos de autenticación a través de huellas digitales, algunas entidades como los bancos y los motores de pago como PayPal, ya llevan un tiempo aplicando estos métodos de autenticación para acceder a las carteras virtuales/cuentas de usuario y para confirmar pagos como una forma de inicio rápido de sesión.
Sin embargo, las formas de pago que continúan predominando en el mundo, actualmente, son el efectivo y las tarjetas de débito y crédito, uno con una antigüedad milenaria y otro que ha estado presente entre nosotros desde el siglo pasado y que ha cosechado un gran éxito entre los bancarizados.
La realidad actual, por otro lado, se impone ante estos medios de pago conocidos como tradicionales, puesto que cada vez es más peligroso pagar utilizando tarjetas, en especial en internet. Es por ello, y por otras razones como el cuidado del medio ambiente, que la biometría se convertirá indudablemente en el futuro de las transacciones.
La huella dactilar en biometría es la forma más básica de autenticación y una de las más precisas, ya que, salvo algunas modificaciones que puedan sufrir los pulpejos de los dedos, como cicatrices, no hay razón para ponerles una fecha de vencimiento, además de que son el método de identificación más extendido de todo el mundo. Con todo esto, el uso de autenticación biométrica a través de la huella digital será, en un futuro quizás no muy lejano, el reemplazo obvio a las tarjetas de crédito, debido a todas las ventajas que traen consigo.
Además, existen muchos métodos por los cuales una persona puede acceder a nuestra tarjeta de crédito, bien sea robada o clonada, y para los criminales que se dedican a estas actividades se trata de un proceso sumamente fácil.
Con la biometría como medio de autenticación para pagos esto no pasaría, o al menos no sería tan sencillo, ya que los avances de la tecnología han dotado a las máquinas lectoras con la capacidad de detectar intentos de fraude.
Existen varias formas de pagar con la huella dactilar puede convertirse en una forma de autenticación viable. Se puede conservar el modelo de tarjetas, pero en lugar de solicitar un pin o una contraseña, se solicitará que se autentique a través de la huella dactilar, para esto hacen falta equipos que permitan realizar esto.
El otro, es diseñar una infraestructura con la cual la propia entidad bancaria sea capaz de identificar y permitir el acceso remoto de los usuarios a través de la huella dactilar. Este segundo método es mucho más difícil de implementar, ya que habría que reemplazar muchos de los sistemas que actualmente manejan los bancos, aunque podría decirse que sería el método definitivo.
En el futuro, es probable que este tipo de métodos de pago se hagan cada vez más universales, debido a que representan una evolución obvia para la seguridad informática, tanto la huella dactilar, como el reconocimiento facial, e incluso la voz, pueden llegar a convertirse en la forma de autenticación más utilizada en las próximas décadas, reemplazando de esta manera a los pins y contraseñas.
Fuente: Analítica.com